Desarrollo Moral
Argelia Bravo.
Diversos autores que de un modo u otro se pueden vincular a
las posiciones sociológicas, entienden que la educación moral debe insertar o
ajustar a los individuos a la colectividad a la que pertenecen. Describen la
formación moral como un proceso mediante el cual los sujetos reciben de la
sociedad el sistema vigente de valoraciones y normas, que se les imponen con
una fuerza ajena a su conciencia y a su voluntad. Desde esta perspectiva, las
normas morales se definen como una obra colectiva que recibimos y adoptamos en
mayor o menor medida, y que no contribuimos a elaborar.
En las primeras décadas del
siglo XX, muchos psicólogos compartían la idea de que existe algo así como un
carácter moral, es decir, un conjunto organizado de rasgos de personalidad por
los que las personas actúan virtuosa o viciosamente. Creían que si alguien es
honrado, tenaz, generoso o valiente lo será en distintas circunstancias e,
igualmente, si es deshonesto, egoísta o cobarde. Entender la educación
moral como socialización significa, en muchos casos, reducirla a procesos
sociales de adaptación, que señalan correctamente que la moral tiene que ver
con el cumplimiento de las normas sociales, pero no perciben que tales normas
pueden también criticarse, cambiarse y, en definitiva, construirse
creativamente.
Por otra parte, la educación moral como socialización
reconoce también de modo correcto la vinculación a la colectividad que supone
las prácticas morales, pero sólo da cuenta de tal vinculación en tanto que
adhesión incondicional a una realidad superior que se nos impone
unilateralmente. La educación moral como construcción reconoce el momento o el
contenido socializador que siempre tiene la educación moral, pero considera
imprescindible subrayar la vertiente crítica, creativa y autónoma de la
moralidad.
Para Durkheim los hechos sociales deben ser considerados como
cosas naturales. Esto significa que cuando tratamos de comprender una parte de
la sociedad, como es la educación, en primer lugar debemos suministrar una
definición del fenómeno que se va a estudiar. Esencialmente significa que el
sociólogo debe considerar qué papel desempeña cualquier fenómeno social en el
mantenimiento del orden y de la estabilidad social. En el libro Educación y
sociología encontramos la típica explicación funcional de Durkheim. Aquí se
define a la educación como la influencia de las generaciones adultas sobre
aquellos aun no preparados para la vida. La primera función de la educación no
es el desarrollo de las habilidades y potencialidades de cada individuo, sino
que consiste en el desarrollo de aquellas capacidades y habilidades que precisa
la sociedad.
Para este autor, los hombres llevan a cabo ciertas funciones
sociales, tales como ser padre, ser ciudadano, que no han sido ideadas por
ellos como individuos sino que las han recibido o aprendido por medio de la
educación. Esos modos de obrar, así como las maneras de pensar o de sentir de
las personas existen fuera de las conciencias individuales y están dotados de
un poder exterior imperativo y coercitivo en virtud del cual se imponen. Estos
hechos entran dentro del dominio específico del poder social.
Para Durkheim, ningún análisis que empiece por el individuo
puede lograr una comprensión de las propiedades de los fenómenos sociales. En
toda sociedad existe una división del trabajo social que adjudica funciones que
deben ser cumplidas. Las funciones que se cumplen en la sociedad tales como ser
padres, ciudadanos aparecen como previas e impuestas a los individuos. Se
transmiten por medio de la educación y no son, por lo tanto creadas por el
individuo.
En la teoría psicoanalítica, una de las tres instancias de la
mente humana, junto al ello y el yo. Tal como lo definió Sigmund Freud, el
término designa la instancia que en la personalidad normal modifica e inhibe
automáticamente los impulsos instintivos del ello, que tienden a producir
acciones y pensamientos antisociales o inmorales. Es, por tanto, una especie de
conciencia moral con sentido dinámico. Según
la teoría psicoanalítica, el superyó se desarrolla a medida que el niño adopta
gradual e inconscientemente los valores y normas, primero de los padres y
después del entorno social. Según el psicoanálisis Freud.
Siguiendo con las ideas se tiene a la teoría del aprendizaje
social que intenta ir más allá de la consideración de la conducta humana como
respuesta a estímulos que hacía el conductismo. El aprendizaje de conductas se
produce siempre, según esta teoría, en un marco social. Esto implica que,
además de aprender las normas de conducta por medio de las reacciones que los
demás tienen ante sus actos, los niños
adquieren los modelos de comportamiento adecuados por observación, viendo a los
otros actuar. En este sentido, "el desarrollo moral es el aprendizaje de
la conducta socialmente aceptable y la adquisición e internalización
[interiorización] de las normas y valores transmitidos por las personas que
rodean al niño en sus diferentes ambientes".
Sin embargo, Skinner creía en
los patrones estímulo-respuesta de la conducta condicionada. Su historia tiene
que ver con cambios observables de conducta ignorando la posibilidad de
cualquier proceso que pudiera tener lugar en la mente de las personas. El libro
de Skinner publicado en 1948, Walden Two, presenta una sociedad utópica basada en el
condicionamiento operante. El trabajo de
Skinner difiere de sus predecesores (condicionamiento clásico), en que él
estudió la conducta operatoria (conducta voluntaria usada en operaciones dentro del entorno). El
sistema de Skinner al completo está basado en el condicionamiento operante. El
organismo está en proceso de "operar" sobre el ambiente, lo que en
términos populares significa que está irrumpiendo constantemente; haciendo lo
que hace. Durante esta "operatividad", el organismo se encuentra con
un determinado tipo de estímulos, llamado estímulo reforzador, o simplemente
reforzador.
Bandura, explica que el conductismo,
con su énfasis sobre los métodos experimentales, se focaliza sobre variables
que pueden observarse, medirse y manipular y rechaza todo aquello que sea
subjetivo, interno y no disponible. En el método experimental, el procedimiento estándar es
manipular una variable y luego medir sus efectos sobre otra. Todo esto conlleva
a una teoría de la personalidad que
dice que el entorno de uno causa nuestro comportamiento. Más tarde, fue un paso
más allá. Empezó a considerar a la personalidad como una interacción entre tres "cosas": el
ambiente, el comportamiento y los procesos psicológicos de la persona. Estos
procesos consisten en nuestra habilidad para abrigar imágenes en nuestra mente y en el lenguaje.
Desde el momento en que introduce la imaginación en particular, deja de ser un
conductista estricto y empieza a acercarse a los cognitivistas. De hecho,
usualmente es considerado el padre del movimiento cognitivo.
El añadido de imaginación y
lenguaje a la mezcla permite a Bandura teorizar mucho más efectivamente que,
digamos por ejemplo, B.F. Skinner con respecto a dos cosas que muchas personas
considerar "el núcleo fuerte" de la especie humana: el aprendizaje
por la observación (modelado) y la auto-regulación.
Por otro lado Piaget, propone
que hay tres factores que influyen sobre el desarrollo moral: el desarrollo de
la inteligencia, las relaciones entre iguales y la progresiva independencia de
la coacción de las normas de los adultos. El primer factor, el desarrollo de la
inteligencia, es el más importante, ya que es el que permite a los otros dos
actuar.
Piaget intenta en sus teorías explicar el funcionamiento
interno de nuestras estructuras psíquicas y no se contenta con explicar el
aprendizaje únicamente a partir de la influencia exterior. Elaboró en este
sentido una teoría del desarrollo y el funcionamiento de la inteligencia, donde
defiende la existencia de fases o estadios en el desarrollo de la misma. Estos
estadios dependerían, por una parte, de la maduración biológica del individuo
y, por otra, de la influencia del medio social que proveería de las
experiencias adecuadas para aprovechar esta maduración.
La teoría de Piaget sobre el desarrollo moral propone también
la existencia de estadios en el mismo estos son moral de presión adulta, moral
de solidaridad entre iguales y moral de equidad. Estos corresponderían a los
del desarrollo intelectual a partir de los dos años de edad, ya que antes,
según este autor, no podemos hablar de moral propiamente dicha.
La conclusión a la que suelen
llegar los que realizan este tipo de trabajo es que no hay relación entre el
juicio y la conducta moral, y que la propia conducta moral es inestable y poco
coherente, por lo que la mejor manera de describirla es en términos de
respuestas especificas en contextos particulares.
No es necesario seguir
insistiendo en la debilidad de estos enfoques en el estudio de la conducta y
juicio moral. Es evidente que la conducta moral de las personas pueda estar
determinada por factores situacionales pero éstos deben analizarse a la luz del
significado que otorga el individuo a la situación, cómo la interpreta, qué
cree que se espera de él. Por ejemplo, si
un niño no atribuye valor moral a una conducta ¿por qué se lo hemos de atribuir
nosotros? Dicho de otro modo ¿por qué hemos de pensar que el niño considera
moralmente bueno obedecer consignas (arbitrarias e incomprensibles) e inmoral
desobedecerlas?
Referencias Bibliográficas
CASTILLA-DEL
PINO, C. (1989), Freud y la
Génesis de la Conciencia Moral. Editorial
Crítica. Barcelona.
Cuadro Comparativo de las Teorías del
aprendizaje. Disponible en: https://etic-grupo5.wikispaces.com/Cuadro+comparativo+de+las+Teor%C3%ADas+del+Aprendizaje
DURKHEIM Emile (1997), Las Reglas del Método Sociológico, Ed. Fondo de
Cultura Económica, México.
HERRERA,
Amílcar (1995), Los Determinantes
Sociales de la Política Científica y Tecnológica en América Latina, Redes, Nº 5.
WEBER,
Max (2000), El Político y el Científico, editorial Alianza, Madrid.
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