Resumen: Mensaje sin Destino de Mario Briceño Iragorry

Argelia Bravo 


Mario Briceño Iragorry, es uno de los más importantes ensayistas venezolanos del Siglo XX, además de ser un gran historiador, escritor, diplomático y político. Nació en Trujillo el 15 de septiembre de 1897 y murió en Caracas el 6 de junio de 1958. Algunas de las publicaciones de Mario Briceño Iragorry son: “Horas”,  “Lecturas Venezolanas”, “Ornamentos Fúnebres de los Aborígenes del Occidente de Venezuela”,  “Tapices de Historia Patria”, “Casa León y su Tiempo”,  “Los Riberas”,  “Relación Geográfica de la Provincia de Cuyas”, “Introducción y Defensa a Nuestra Historia”,  “Mensaje sin Destino”, entre muchos otros.

Mensaje Sin Destino se presenta como un texto reflexivo, afectado por el escenario en que se desenvolvía el país durante esa época, (1951);  apenas se mostraban las primeras manifestaciones, de lo que llamaría “crisis de pueblo”, pero él,  intuía con preocupación lo por venir. Con un pensamiento patriótico, manifiesta que esta “crisis de pueblo”, es producida por la falta de sentido histórico del pueblo venezolano.   El autor presenta una perspectiva histórica y personal, citando distintos autores que analizan la situación de Venezuela.  Tomando a Arturo Usalr Pietri como punto de inicio, el cual señala el proceso cultural del país encadenado a una presunta crisis literaria en Venezuela.  Coincidiendo en algunos puntos con Uslar, pero difiere al establecer que la crisis existente en el país , más que ser una crisis literaria es una crisis de pueblo, en función a una perspectiva histórica, presentada desde un criterio Calvinista en donde se compensan carencias sociales y se “rellenan” con extranjerismos.
“Empieza por constatar la quiebra de nuestra cultura. Observa que el país carece de responsabilidad. Señala que nos aqueja en demasía la presunción y por ello encuentra que somos una nación antihistórica”.  Profesaba que antes de sembrar el petróleo primero había que sembrar cultura, esto como crítica a la dependencia del petróleo en esa época. A través de sus ensayos se dedicó a resaltar la patria, la identidad, la república, las costumbres, tradiciones y la nacionalidad como elementos para fortalecer a la nación.
“Que nos hemos acostumbrado a tener una historia preferentemente bélica, repleta de la “liturgia de la efemérides” y, como consecuencia de ello, nuestros escritores de historia se han referido muy pocas veces en sus obras a los valores de la historia civil, a los hechos constructivos de los tiempos de paz”.  Es por ello que los historia se concibe como un conjunto de escritos y relatos parciales de las regiones, denotando una imagen superficial de los héroes del ayer, un ejemplo de ello es Bolívar, como cualquiera se siente capaz de tener derecho de interpretar sus pensamientos, en vez de entender las ideas del personaje sólo buscan imitarlo y engrandar su gloria, sin comprender su ideología.

Afronta de manera aguda y tenaz la crisis que acongoja al pueblo venezolano. Una crisis que no parte, según él, de nuestras capacidades como colectivo, más bien, de nuestro pobre sentido de responsabilidad sostenido sobre la base de falta de examen de nuestros propios recursos, al servir desde posiciones que nos resultan imposibles de dar rendimiento alguno.
Crisis que apunta a señalar el poco sentido político de nuestras acciones sociales y culturales. Crisis que nos ha desnudado, muchas veces, como un pueblo que no tiene conciencia de su aprendizaje ni cómo logró dicho aprendizaje, cuya máxima expresión es la incomprensión entre unos y otros, es decir, la negación de sentir al otro en su diversidad, de allí que, toda acción política será inútil si sigue desprendiéndose de esta realidad. Briceño-Iragorry, en tal sentido, llama a la construcción de una conciencia histórica que no es otra cosa que el horizonte capaz de poner límites a toda expresión absolutista donde sea que se produzca.
Precisa no olvidar que el mundo, como idea y como voluntad, jamás podrá representarse por medio de monumento de un solo estilo, sino como construcción dialéctica donde armonicen las contrarias expresiones del pensamiento y del querer humanos”.  El actual estado de cosas en relación con nuestro país, en el cual pareciera quererse imponer un paradigma “igualitario por abajo” sin contrapeso de ningún tipo. ¿Cómo es posible que se trate de imponer un tal paradigma con exclusión de los demás? Es algo fácilmente calificable como “antinatura” y, conociendo de la vida, está destinado tarde o temprano al fracaso
El contenido nacionalista en la lectura de Mario Briceño-Iragorry  marca una ruta en el sentido de desenmascarar a la clase dominante y a sus intereses, a quienes hoy no tardan en aliarse con el enemigo de la patria en pos de algún mendrugo, a pensar el cuerpo nacional como un todo único, a la valoración de nuestro ser patriótico.
Son diecisiete ensayos breves los que integran “Mensaje sin destino”, pero dejan un cavilar profundo acerca de lo que somos y de lo que hemos sido, y, pese a los años de haber sido publicados, dan un impulso renovado y renovador al indoblegable espíritu de lucha que todos debemos tener, en la construcción de la patria.
Para finalizar Marío Briceño Iragorry expresa: “Este modesto ensayo de interpretación de nuestra crisis de pueblo, no pretende ofrecer conclusiones categóricas. En él he querido recoger con apariencia de unidad, diversos conceptos elaborados durante el curso de algunos años de meditación acerca de nuestros problemas nacionales. Por eso, quienes hayan leído mis anteriores trabajos, habrán encontrado en el desarrollo de estas páginas temas ya propuestos en aquéllos a la consideración del público. También existen en archivos gubernamentales memorias en que fueron sometidos al juicio de las autoridades problemas aquí esbozados”.
El dramático y escéptico llamado de auxilio de Mario Briceño Iragorri escrito en su Mensaje Sin Destino hace sesenta y cuatro años, mantiene su plena vigencia: Venezuela sigue hundida en su "crisis de pueblo". Hoy más carente de conciencia histórica que a mediados del siglo XX. Un caso de brutal regresión histórico cultural que explica los flagrantes casos de desaforado enriquecimiento ilícito, corrupción desenfrenada y saqueo del erario jamás cometido a estas escalas y dimensiones de miles y miles de millones de dólares en nuestra historia republicana.


Referencia Bibliográfica

BRICEÑO-IRAGORRY Mario; (1951),  Mensaje Sin Destino. Ensayo Sobre Nuestra Crisis de Pueblo. Obras Completas, Vol. 7. Ideario Político Social I (Pensamiento Nacionalista y Americanista I. Ediciones del Congreso de la República. Caracas-Venezuela. 1990. pp. 155-245).   publicado en la Revista Cifra Nueva Julio-Diciembre 2009, Nº 20

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