Ensayo: Filosofía de la Educación

Argelia Bravo 

En la antigüedad el campo de la filosofía, abarcaba todos los planos del cocimiento. A partir de 1654 las distinciones precisas de la filosofía  y las ciencias de la naturaleza física se van separando.  En la actualidad esta forma se está reinvirtiendo con la teoría del caos y los nuevos descubrimientos de la física teórica.
El origen de la filosofía tiene tres explicaciones:
1.- La admiración intelectual: Según decía Aristóteles, "todos los hombres desean naturalmente saber". Este deseo de saber se manifiesta en el hombre por la curiosidad inteligente, o el asombro intelectual.  Una de las desventajas que se presenta hoy día, es que ya nada profundo causa admiración, sólo lo raro llama la atención.
2.- Según San Agustín el origen de la filosofía es la felicidad, y dice que "comúnmente todos los filósofos en sus estudios, en sus investigaciones, es sus disputas, en su vida toda buscaban la felicidad".
3.- Francis Bacon dice que el origen de la filosofía radica en la satisfacción de las necesidades humanas. Augusto Comte dice que el conocimiento está ordenado para hacer la vida más fácil.
Muchas veces al tratar de definir la Filosofía se cae en el error, puesto que se le resta importancia. La Filosofía es un todo análogo. Quien da estructura y unidad a toda la Filosofía es la Metafísica.
La Historia atribuye por primera vez el término filósofo a Pitágoras, quien pidió que no se le llamara sabio, pues sabio sólo lo era Dios, y se le llamó filósofo, por ser amante de la sabiduría.
Se puede decir que la Filosofía es: Sabiduría Humana, el conocimiento de todas las cosas que los hombres saben o pueden saber.
También la Filosofía es: Ciencia de la totalidad de las cosas por sus causas últimas, adquirida por la luz de la razón.
La Filosofía: por definición es un término derivado del griego, que significa “amor a la sabiduría”. Esta definición clásica convierte a la filosofía en una tensión que nunca concluye, en una búsqueda sin término del verdadero conocimiento de la realidad.
Dentro de los rasgos de la Filosofía, es posible, sin embargo, ofrecer una descripción de la filosofía como “saber racional totalizante, crítico de segundo grado”.  La filosofía es una forma de conocimiento que pretende ofrecer explicaciones de los temas que analiza empleando la razón y los argumentos racionales (a diferencia de la fe o la autoridad. En segundo lugar, la filosofía es un saber de tipo general y totalizante, pues pretende ofrecer respuesta a cuestiones de tipo general y mantiene siempre una perspectiva totalizante sobre las mismas. En tercer lugar, la filosofía es un saber crítico, pues analiza los fundamentos de todo lo que considera y nunca se limita a aceptarlos de forma ingenua. Finalmente, la filosofía es un saber de segundo grado, que emplea los datos y contribuciones de las ciencias, que son siempre un conocimiento de primer grado sobre la realidad.
Las grandes concepciones de la filosofía son tres:
1. - Concepción Metafísica. La Filosofía es el saber más pleno, es la auténtica sabiduría humana, es la Ciencia de la verdad. La Filosofía es universal, puesto que abarca todo y ninguna realidad le es ajena.
2) Concepción Crítica. Sus representantes más destacados son Emmanuel Kant, el empirismo ingles con Humme y las escuelas neo-Kantianas, para ellos la filosofía es el juicio del saber, para determinar la capacidad de conocimiento del hombre. Entienden a la Filosofía como Teoría del Conocimiento.  Antes se creía que el conocimiento dependía de la realidad, pero no, sino que el sujeto con sus conocimientos depende del conocimiento según Kant.  Kant niega el conocimiento de lo espiritual por la ciencia, pero no niega su existencia.
3) Concepción Positivista. La sostuvo Francis Bacon, Augusto Comte, y actualmente el Neo-positivismo y corrientes afines. Es la negación de la Filosofía en su significado de saber superior y distinto de las ciencias experimentales. Cuando las ciencias experimentales se desprenden de la filosofía, y alcanzan su madurez, llega un momento en que la Filosofía empieza a depender de éstas.
En cuanto a la filosofía de la educación es puede decir que es la disciplina que estudia el comportamiento de la educación a la luz de las leyes que regulan el desarrollo de la sociedad humana, desde que el hombre apareció en la tierra, hasta el momento actual y de las que gobierna cada formación económica-intermedio social en particular; disciplina que además, estudia las diferentes concepciones del mundo y la formas como ellas conciben el hecho educativo, en sus elementos y movimientos fundamentales.
La filosofía de la educación trata de comprender o interpretar la educación en relación con la realidad sin perder el punto de vista de esta realidad, reflexiona sobre su naturaleza, esencia y valores de la educación.  En este sentido tiene por objetivos: 
·         Determinar la esencia y significado de la educación
·         Determinar los fines de la educación en función de la vida.
·         Comprende a su vez, las siguientes disciplinas: La antología: esencia de la educación. La axiología: valores de la educación, justicia, libertad, colaboración, entre otros. La teología: fines y La epistemología de la estructura y sistema de la educación.
La Filosofía de la Educación es, por su propia naturaleza y expresión, un saber filosófico. Este saber no es siempre bien recibido por los alumnos, porque sus temas, que también son sus problemas, se plantean alejados de la realidad de sus vidasde su lenguaje y poco o nada vehículo a su comunicacióna su interés y a su creatividad. Esta situación es lo más opuesto al origen y al significado etimológico del vocablo filosofía.  Ortega y Gasset (1952) “que si el maestro ha de ser pedagogo, ha de ser maestro filósofo. Este es el sentido que tiene la conversión herbartiana de la Pedagogía en ciencia formal. Desde entonces queda obligado el maestro a estrechar sus relaciones con la Filosofía”.
El desprestigio actual de la filosofía en ciertos países y, en consecuencia, de la filosofía de la educación, radica en su teórico alejamiento de la vida.  Esta concepción de la Filosofía estrechamente vinculada o identificada con la ineficacia, la esterilidad, el aburrimiento y a la incomprensión, se convierte en inutilidad. Ni lo fue en sus orígenes y no tiene que serlo en la actualidad. 
Se puede asegurar que la Filosofía que no surja del contacto con la realidad cotidiana, sino al margen de ella, quizá sea Filosofía, pero no una filosofía de la vida y, por tanto, no una Filosofía de la Educación.  Sin Filosofía de la Educación queda sin respuesta, al menos de modo explícito, todo lo que afecta a la reflexión, a la crítica, al fundamento, a los fines y a los valores.
La realidad dice que el papel fundamental de la educación y el aprendizaje es la supervivencia asociada a una plenitud espiritual del ser humano.  Desde la prehistoria  se ve ésta como unión, entre el aprender a fabricar armas y utensilios y una educación ética-moral de elevación espiritual y simplemente la transmisión de conocimientos.
Dentro de los representantes del pensamiento filosófico se pueden mencionar varios entre ellos Simón Rodríguez, al respecto él quería que la educación, en Venezuela y América, se impartiera con calidad, en torno al desarrollo personal  de los individuos, su capacidad de comprender y analizar la sociedad en la que viven, su desarrollo humano y personal en el contexto del desarrollo social y comunitario inspirado en principios y valores como la igualdad, la equidad, libertad, emancipación social y humana.
Una educación que permita a cada uno desarrollar a plenitud sus talentos y construirse como persona y ciudadano solidario y productivo. Que le enseñe a ser, a convivir, a aprender y a trabajar. En fin, una educación que le enseñe a cada individuo crecer y desarrollarse como persona y a preocuparse por su entorno social, que le enseñe los valores y principios de su sociedad. Formar individuos que enfrenten al mundo valiéndose de sus destrezas y habilidades. Formar personas pensantes que no se valgan solo de la memoria y por último que se les enseñe a trabajar y a valorar su trabajo. Y con estas bases se contrita una genuina Educación de calidad. Rodríguez insistió con renovada pasión en la necesidad de una educación práctica, útil, que remedie necesidades concretas, en conclusión una educación de calidad.
Siguiendo el orden de la ideas se presenta la filosofía de Luis Beltrán Pietro Figueroa quien en 1948, como el ministro de Educación propuso una nueva filosofía educativa con el nombre de “Humanismo democrático”. En el Proyecto de Ley Orgánica de Educación Nacional (1948) planteaba en la exposición de motivos los siguien­tes principios: “La filosofía de la educación nacional que fundamenta este proyecto puede sintetizarse en una expre­sión de neto contenido: Humanismo democrático. Formar al hombre en la plenitud de sus atributos físicos y morales, ubicado perfectamente en su medio y en su tiempo como factor positivo del trabajo de la comunidad, tiene que ser la meta de un sistema educativo moderno. La educación venezolana ha de ser, por tanto, humanista, desde las es­cuelas primarias hasta los institutos superiores.”
Así mismo es necesario hacer mención, igualmente, algunos de los postulados de la filosofía educativa de Prieto Figue­roa para el contexto actual, ya que ilumina el camino a seguir como docentes: en primer lugar, destaca el principio de neutralidad ideológica de la educación, que se expresa de la siguiente manera: “la educación tiene que ser, sin duda, neutral frente a las luchas de los partidos que se disputan la adhesión de la ciudadanía dentro de las regulaciones constitucionales, pero no puede serlo en re­lación con los fundamentos mismos de la democracia.”
Por otra parte la filosofía de Belén de San Juan, la maestra, cuentista, poetiza, luchadora social, política, y forjadora; formadora de generaciones de niñas y niños, implantó en Venezuela, a través de las escuelas experimentales, en método pedagógico, que abarcaba todos los saberes, cuyo objetivo era desarrollar totalmente la personalidad de educandos y educandas, prepararlos para la vida, enseñarlos a aprender para que siguieran aprendiendo y formar en ellos un profundo sentimiento nacional.  Para enriquecer su experiencia, profundizó en el pensamiento de Simón Rodríguez, y acompaño al maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, y al defensor de la educación rural en Venezuela, Luis Padrino, en los movimientos de renovación educativa que ambos protagonizaron.  Explica que en el aprendizaje se debe tomar en cuenta el desarrollo integral del estudiante: físico, intelectual y moral, que permita el sano desarrollo de su personalidad y evite los traumas educativos, producto del inhumano trato de los facilitadores y de su entorno.
Dentro de las estrategias educativas, obtenidas del análisis de sus lecturas, están: Lecturas y escrituras dirigidas, que fomenten el sentimiento patriótico, el valor al trabajo, la identidad nacional y latinoamericana.
Promoción de la creatividad a través de la construcción de dibujos, pinturas con los dedos, el doblado, el pegado, la observación dirigida de animales, fenómenos de la naturaleza, cuentos, leyendas, historias, títeres, juegos, juguetes.  "La educación integral en el pensamiento de Belén Sanjuán" recoge muchos escritos de la profesora Sanjuán que a decir de la compiladora Bracho, tienen un valor significativo "Belén escribió demasiados ‘papeles’ sobre el acontecer del país, que a pesar de ser ideas, propuestas y opiniones, escritas sin continuidad temática, consideramos demasiado importantes".
La educación integral desarrollada por Belén Sanjuán en su trabajo tiene su punto de encuentro con el Sistema Educativo Bolivariano en la integralidad manifiesta del nuevo modelo educativo propuesto por el Gobierno Nacional.  La obra pedagógica de Belén Sanjuán se apoya en el pensamiento de Simón Rodríguez, entre otros pedagogos, y asume como una necesidad para el progreso del país la formación integral de niños y niñas.
Es así como expresiones de estos días como Educación Integral, Educación para la Paz, Enseñanzas por Experiencias, Visión Integral de la Realidad, República Escolar transitan con fluidez y libertad entre las páginas de "La educación integral en el pensamiento de Belén Sanjuán".
La temática de Hegel, Marx, los teóricos críticos, los existencialistas e, incluso, Freud, se reúnen en la obra del importante educador brasileño Paulo Freire. Después de actuar como profesor de Historia y de Filosofía de la Educación en la universidad de Recife, se dedicó al trabajo con adultos analfabetos, que constituyen una clase empobrecida y alienada de la sociedad de América Latina.  Freire concebía la educación como algo que tiene una función crítica, y por lo tanto, liberadora. Para cumplirse esa función tenía que darse una educación que fuera desarrollada por los miembros de la clase oprimida (en colaboración con los maestros), más que ser algo impuesto sobre ellos.
Freire rechazó el concepto "bancario", en donde el conocimiento se veía como un regalo otorgado por aquellos que se consideraban a sí mismos poseedores del conocimiento frente a otros que eran ignorantes. La educación de esta índole era manipulativa. En un pasaje que refleja su proximidad a los teóricos críticos, Freire escribía que "en la educación que presenta problemas", la educación que se ocupa de los temas que surgen de los problemas y necesidades, que los oprimidos han identificado por sí mismos, "los hombres desarrollan un poder de percibir de una manera crítica la manera en que ellos existen en el mundo con el cual y en el cual se encuentran; tienen una visión del mundo, no como una realidad estática, sino como una realidad en proceso, en transformación".
Puesto que los seres humanos perciben que el mundo influye en su modo de actuar con respecto al mundo, y sus percepciones cambian, también cambian sus acciones: "el maestro-alumno y los alumnos-maestros se reflejan simultáneamente sobre sí mismos y sobre el mundo, sin diferenciar este reflejo a partir de las acciones y, de este modo, establecerá una forma auténtica de pensamiento y acción". Como consecuencia del "carácter inacabado del hombre" y del "carácter transformador de la realidad", la educación debe ser una actividad cambiante y continua: la educación "es, de este modo, mejorada cada vez en la praxis".
Freire seguía a los teóricos críticos cuando éstos querían rellenar el espacio entre la teoría y la práctica, manteniendo que la acción está estrechamente relacionada o, incluso, constituye parte del conocimiento, una creencia que no se aleja demasiado de la de los pragmáticos estadounidenses, según la cual la razón de ser de las ideas es conducir a acciones fructíferas. Freire escribió: "Dentro del mundo encontramos dos dimensiones, reflexión y acción, en una interacción tan radical que si se sacrifica una, incluso, sólo en parte, la otra sufre inmediatamente. No hay ninguna palabra verdadera que no sea al mismo tiempo praxis. Así, decir una palabra verdadera es transformar el mundo".
Como se verá más tarde, a partir de esta orientación general sobre la teoría y la práctica, han surgido críticas serias a la filosofía analítica de la educación contemporánea. Ya que a pesar de lo que ellos defienden, el análisis de los conceptos educativos no es ni "objetivo" ni "socialmente neutral", según sostienen los neomarxistas. No solamente las "palabras verdaderas" conducen a la praxis; el análisis filosófico de ideas educativas cruciales debe, forzosamente estar conectado con la praxis, pero es probable que sea una praxis opresiva, salvo que aquellos implicados estén ya liberados.
Freire advertía: "los opresores necesitan acercarse a la gente a fin de mantenerlos pasivos mediante la subyugación (...). Es indispensable para los opresores depositar mitos para la preservación del statu quo".  Entre los mitos que Freire menciona, están los mitos del derecho universal a la educación, el mito de que el orden opresivo es una sociedad libre y el mito de la igualdad de todas las personas. Es posible que la filosofía analítica de la educación ayude a fomentar estos mitos.

Referencia Bibliográfica
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999.
FUNDACIÓN POLAR (1997). Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas. Venezuela.
MILLÁN Puelles, Fundamentos de Filosofía, Editorial Rialp, Madrid.
PRIETO FIGUEROA, L. (1984) Principios generales de la educación o una educación para el porvenir. Caracas: Monte Ávila Editores.
RUMAZO GONZÁLEZ, Alfonzo (1980); Ideario de Simón Rodríguez"; Ediciones Centauro; Caracas; Venezuela.

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